Anticipan una gran transformación en el nivel superior de educación
Un equipo interdisciplinario se encuentra abocado a marcar las nuevas directrices en el área de Educación Superior del Consejo General de Educación. Una charla con la directora del DES, Mg. Mirta Espinosa.
La directora de Educación Superior enumeró los grandes desafíos que afronta ese nivel educativo.
“El mandato es trabajar en territorio. El Estado debe estar donde esté el problema, poniendo el oído respetuoso en los problemas que tiene la gente”, sintetiza la Mg. Mirta Vicky Espinosa, actual directora del Departamento de Educación Superior del Consejo General de Educación.
La profesional brindó a EL DIARIO un pantallazo acerca de cómo se organiza la educación superior en la provincia, sobre qué ejes está trabajando su equipo y los objetivos que se plantean.
Considera que el nuevo equipo convocado por el presidente del CGE, José Luis Panozzo, está abocado a un proceso de transformación que comporta un fuerte posicionamiento político.
“Venimos de diez años con récord de inversión en educación en el país y los impactos se van a empezar a notar ahora –afirma-. Tenemos un 30 por ciento de crecimiento en servicios de educación superior en la provincia”.
EL MAPA. En Entre Ríos hay dos tipos de propuestas educativas para atender: los institutos de formación docente y las tecnicaturas superiores. Son dos campos de conocimiento que en este momento están teniendo gran demanda. El área de Educación Superior del CGE es la otra pata de la educación superior, junto a las universidades nacionales y la Universidad Autónoma de Entre Ríos como universidad provincial. Son 47 los institutos en la provincia, los hay en cada departamento. De ésos, 23 son de formación docente, cinco técnicos puros y los otros son mixtos.
“Las tecnicaturas han pasado procesos históricos. El Instituto Nacional de Educación Técnica tuvo a partir de 2006 la Ley de Educación Técnica nacional hecha por una gran académica, María Rosa Almandoz –cuenta la funcionaria-. Eso fue revolucionario y le devuelve una vida que durante el menemato y los 90 había sido devastada”.
En ese contexto, las tecnicaturas tuvieron un desplazamiento para el lado de la empresa, negocio, marketing, gestión. “Esto en una provincia como la nuestra no se correspondía con la realidad –dice-. Estamos muy contentos porque le estamos dando a la política de los institutos técnicos nuevamente un impulso hacia lo productivo. Un ejemplo, estamos trabajando fuerte con intendentes, senadores, emprendedores, agricultores, productores para trabajar en Entre Ríos en la creación en tecnicatura de vitivinicultura”.
En Victoria se superó el nivel de producción de cuando en Entre Ríos se producía vino. “Pero como bien dice la gente de Victoria, necesitamos apuntalar el crecimiento con gente formada. En tal sentido, vamos a crear la primera tecnicatura superior en vitivinicultura y fruticultura. Esto que estamos haciendo de reorientar hacia la producción implica una reconducción política intensa”.
Adelanta que se firmó un convenio para poner en marcha la Mesuper que es la Mesa de Educación Superior. “Allí, universitarios e institutos superiores vamos a reordenar la cartografía de servicios educativos para no yuxtaponer, para reorganizar, para jerarquizar abriendo la posibilidad de hacer trabajo conjunto de formación docente, extensión e investigación. En términos de investigación acabamos de presentar un proyecto para capacitar con horas cátedra con docentes de la Universidad de Buenos Aires y de Rosario. Además estamos trabajando en construir ciudadanía estudiantil, para que los alumnos tengan una voz potente, en la gestión curricular, en el centro de estudiantes, con la Secretaría de la Juventud, de la Mujer, de Deportes, todos estos otros mundos que no entran en las instituciones escolares”, asegura.
INTERDISCIPLINA. Una cuestión que afirma es inédita es que se creó un grupo de sociólogos, psicólogos, antropólogos por primera vez que trabaja acompañando los institutos en conflictividades institucionales. “Estamos tratando de hacer todo un acompañamiento para que no se sientan abandonadas”, dice.
Adelanta que se está trabajando en la normativa tendiente a sacar de los institutos superiores los rasgos de secundarización. “Tenemos que tener un abogado que sepa de normativa educativa, representación de todos los gremios y asesoría ad honorem de gente que han sido grandes docentes y militantes gremiales, como Blanca Benavídez”, enumera acerca del perfil de los profesionales que estudian la disgregada normativa.
Uno de los objetivos es que se pueda acceder a concursos docentes de antedecentes y oposición.
El tema de infraestructura es otro desafío, ya que los institutos superiores comparten edificio con los otros niveles, a tal fin firman convenios y contratos de convivencia. “Tenemos desde Nación la promesa de que construirían un instituto por provincia. Es una lucha diaria, acá tenemos el Instituto de Educación Física y nos cuesta mucho ponerlo en marcha, sobre todo en estas épocas invernales para poder practicar natación tenemos que acudir a los clubes que están muy complicados con las subas del gas y la electricidad”, advierte.
“Uno apela a todas las herramientas que da el Estado, pero ayuda mucho el compromiso de los docentes. Nuestra pelea está orientada a levantar el nivel académico, por primera vez tenemos psicólogos, antropólogos, sociólogos y gente de Ciencias de la Educación trabajando desde lo epistemológico. También un equipo administrativo de lujo que tiene más de 20 años de experiencia. El anclaje a la realidad del territorio nos lo dan ellos”, reconoce.
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